sábado, 12 de septiembre de 2009

Después

El tratamiento será complicado así que deberás sacar fuerza desde adentro, de esa que nunca has tenido y en algunos casos apedrear las ventanas ajenas hasta obtener lo que quieres. Deberás mentir, pegar y tomar mucha agua, calmarte, dormir y volver a empezar.
Te deberás quitar prejuicios y exponerte al sol varias veces al día, salir al balcón como lagartija y esperar hasta que te alcance la sombra; si sientes que no podrás, ayúdate con un baño caliente, una taza de arroz con leche y la música que te haga feliz.
No comerás, no beberás, te quedarás ciego, sordo y un poco atontado, y dejarás que tu corazón hable por sí solo, soltarás cada vena y músculo de tu cuerpo.
Valdrá la pena, volverás a tomar café sin azúcar y a patear las piedras en las banquetas, despertarás con una sonrisa y querrás saltar desde la azotea, pero para volar...no para caer.
Adriana

Las Escaleras

Hola mi amor:
Tenía que poner esto por escrito, ya sabes que a mí todo se me olvida, no es personal.
Las escaleras de la Facultad siempre me han parecido algo tediosas, las odié desde que entré a la carrera, pinches escaleras... pero la verdad es que sin ellas Santiago no hubiera existido, y es que fue en las escaleras cuando te vi por primera vez. Iba subiendo con la vista hacía los escalones, para no caerme, y cuando alcé la cara, símbolo de que había llegado a mi piso, estabas bajando, vestías una playera negra y unos pantalones de mezclilla. Ahí fue cuando conocía a mi primer amor.
¿Qué gracioso?, nunca pensé enamorarme en las pinches escaleras.